Boda en Marbella, Málaga

Hoy os quiero presentar uno de los reportajes de boda que más me ha marcado desde que soy fotógrafo de bodas. En concreto se trata de la boda de Sara y Rick, cuya boda se celebró en Marbella, en un precioso chalet propiedad de la familia.

La organización de la boda corrió de la mano de las chicas de Protocol DMC Spain, unas auténticas profesionales, detalles y buen gusto por todos lados, wedding planners de las que valen su peso en oro. El resto del día… dicen que vale más una imagen que mil palabras, pero por citar algunas cosas que me llamaron mucho la atención: Las batas personalizadas para todas las damas de honor, o todos los «Best men«, perfectamente trajeados, por no hablar de los detalles para indicar el asiento de cada invitado. Pero sin duda, me quedo con la locura y espontaneidad de los novios y asistentes. No todos los días ves que media boda acabe en la piscina antes de la comida, o divertidos discursos «Speechs» de los mejores amigos, que el padre del novio te invite a mostrarte su colección de guitarras eléctricas firmadas por grupos de la talla de U2, o que los novios insistieran en que fueramos sus invitados el día después de la boda a la barbacoa que ofrecían a sus amigos y familiares.

Llevaba tiempo pensando en probar cosas nuevas, para mejorar mi estilo fotográfico, le planteé mi idea a mi buen amigo y compañero fotógrafo Félix Faura, quien me ofreció asistir a esta preciosa boda como su segundo pero con total libertad de movimientos.

La idea era complicarme la vida un poco, intentar por un día el difícil desafío de la ubicuidad, ser por unas horas fotógrafo y videógrafo al mismo tiempo. He de reconocer que acabé con la neurona frita, pero el resultado creo que es aprobado, si bien no es un ejercicio recomendable, y como decía aquel, zapatero a sus zapatos. En cualquier caso, vosotros sois los jueces y acepto el veredicto jeje.

En fin, desde luego, lo que es indiscutible es que fue una boda que me marcó. Gracias Félix, y por supuesto a Sara y Rick.

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