Fotógrafo de bodas en Gijón

Manuel de Castro | Fotógrafo de Bodas

 

Una de las grandes satisfacciones como fotógrafo de bodas, es que otro compañero dedicado a esta bonita profesión confíe en tu trabajo, tus fotografías, para plasmar los recuerdos del día de su boda.

Poder trabajar con total tranquilidad, sabiendo que la confianza depositada es plena, facilita enormemente el poder realizar las fotografías para las que me contrata cada pareja. Ya en su preboda compartimos momentos muy divertidos, nos pusimos al día sobre los últimos detalles para el gran día, de modo que no hubiera sorpresas inesperadas.

Como siempre que es posible, el reportaje se realizó con luz natural, en este caso hasta el momento de la sesión de pareja o exteriores, donde ya había caido el sol, y la utilización del flash fue casi ineludible. Aún así, la bonita iluminación de la cena permitió jugar con luces indirectas, más cálidas y naturales.

Durante la fiesta, suelo recomendar que en la medida de lo posible, la zona de baile se realice en un espacio no demasiado grande, ya que como estamos habituados en nuestro día a día, al salir de noche cualquier día de copas, el sentirse un poco «apretados» nos arropa. No entiendo el por qué, pero es algo que he podido comprobar muchas veces. Si el espacio es demasiado grande, los invitados tienden a dispersarse y a buscar rincones más para hablar que para bailar. Este sin duda no fue el caso, y la fiesta resultó treméndamente divertida, con todos los invitados bailando durante horas. Esto también es influencia de que los novios sean los primeros que están en la pista. Es algo inevitable, vuestros amigos y familiares quieren estar a vuestro lado, y si vosotros (novios) bailáis, os desmadráis, contagiaréis ese espíritu a los que os acompañan.

Una vez más, gracias por confiar en mi trabajo como fotógrafo de bodas, disfruto muchísimo en cada boda, pero la vuestra, por muchos motivos, fue y será siempre muy especial.

Saludos,

Manuel.

 

 

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